martes, 5 de mayo de 2015

Bajo el Lapacho grabado

Rememorar a quienes pasaron por aquí de paso y a quienes pasaron, tomaron una copa de agua fría y marcharon al desierto sin un -adiós!-. Traerlos otra vez y apreciarlos. Traerlos y valorarlos aún mas, Traerlos y no marchar, mirando hacía ellos con pena, a través de la ventanilla de bus que me alejo de todo... Capturar la felicidad inconsciente de la niña que te gustaba a los seis años de edad, aunque no lo sabías, y cuando estabas frente a ella todo se difuminaba, todo se enmudecía y observabas su alma junto a ella, sus cristales azules como ojos, al mismo tiempo querías estallar por esa sensación experimentada e incontrolable.
En otros tiempos tan lejanos como fotografías de cumpleaños; de negativos a ojos cobre. Nos escondíamos, y yo junto a ella, en esas escondidas que nos rebozaban de alegría y euforia. 
Volver bajo el Lapacho, grabado por enamorados del pasado, y besarnos con labios tiernos y miradas ingenuas, límpidas... Envolvernos con vivas hojas color rosa e invitar a las nubes. Todo hace que resaltes, todo...

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