jueves, 7 de mayo de 2015

Laberintos y llamas

Fue un extenso camino, envuelto de peligros. Por cada paso que daba, a mis espaldas todo se iba consumiendo, y las cenizas cobraban vida (o lo intentaban), aunque, eran como un muñeco de nieve; frágil, débil. Cuando el fuego arde y devora todo debes tomar todo lo que puedes, lo que mas aprecias y correr con todas tus fuerzas, sin pasos en mente, sin una idea clara, solo correr y evitar ser incinerado. Cuando tus ojos están inundados y piden ser desagotados, encuentra la manera, los recursos, y vierte el agua estancado que te impide ver con claridad el laberinto.
No existen caminos sin obstrucciones con césped y flores... Debes de levantar el mentón y aceptar las paredes de tu propio laberinto. No te preocupes que, con cada pared que golpees y caigas de espalda al suelo verás los rayos del sol enseñando escritos y enseñanzas de quiénes chocaron contra esas paredes antes de ti. ¡Levantate esculpe tus sentimientos y sigue chocando mi amigo!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario